Desde Justicia y Paz Madrid queremos denunciar, los hechos sucedidos en la
frontera entre Nador y Melilla el pasado viernes 24 de junio, donde, al menos, 27
inmigrantes subsaharianos han perdido la vida, según la ONG AMDH
(Asociación Marroquí de Derechos Humanos) y varias decenas han resultado
heridos, tanto en el lado marroquí como en el español, así como las causas que
han originado este drama.
Unidos a las numerosas ONG y organizaciones religiosas(1) que a partir de esa
fecha han manifestado su repulsa y dolor por la violencia ejercida por las fuerzas
del orden tanto marroquíes como españolas, compartimos lo expresado en el
Comunicado de la Delegación de Migraciones de la Diócesis de Málaga (2), en el
que se denuncia: “Tanto Marruecos como España han optado por eliminar la
dignidad humana en nuestras fronteras, sosteniendo a toda costa que hay que
evitar la llegada de personas migrantes, olvidando las vidas que se desgarran
por el camino”, o la Conferencia Episcopal Española que señala: “La Iglesia
aboga en todos los continentes por contribuir a salvar vidas, acoger y proteger a
las personas migradas”, así como lo declarado por la Comisión General de
Justicia y Paz:
…. desde Justicia y Paz condenamos las prácticas que impiden u obstaculizan el ejercicio del derecho a solicitar asilo a todas las personas que reúnen las condiciones para ello. También exigimos, al igual que lo han hecho otras entidades una investigación exhaustiva a los gobiernos español y marroquí sobre su actuación en estos lamentables hechos al tiempo que lamentamos profundamente la falta de empatía que el presidente del Gobierno español ha mostrado en todo este lamentable episodio (4)
Pedro Sánchez en relación con esta tragedia ha manifestado que este asunto
“se ha resuelto satisfactoriamente” por parte de la gendarmería marroquí. A esta
ofensiva manifestación ante la brutalidad de lo ocurrido, hay que añadir la declaración de Ylva Johansson, comisaria de interior de la UE, a través d
Twitter:
Los acontecimientos de la frontera de Melilla son profundamente preocupantes.
En primer lugar y más importante, por la pérdida de vidas humanas. En segundo, por el asalto violento, por la fuerza, a una frontera internacional que no se puede consentir (5).
Desde el punto de vista del derecho internacional, el asalto violento a una
frontera no se puede consentir, pero no es lo mismo la invasión de Ucrania por
parte de Rusia, que la arremetida a la valla de dos mil personas armadas con
palos, a las que se las ha privado de los derechos humanos que la ONU y las
democracias occidentales proclaman.

Ya en el año 2015 el médico español López de Arkaute, colaborador de las Hijas
de la Caridad, en declaraciones en la Parroquia de santa María de Álava
señalaba: “Viendo las condiciones infrahumanas en las que viven en los bosques
de Nador, cualquier situación, por muy difícil que sea para ellos, será una
bendición. Por tanto, no les quitábamos la esperanza (se refiere a pasar a
España)”(6). En este mismo sentido, María Traspaderne de la Agencia EFE, el 25
de junio, recoge las palabras de un habitante de Nador, refiriéndose a los
inmigrantes que se refugian en los montes cercanos: « no tienen comida, no
tienen agua, no tienen nada… han perdido el miedo. Es la muerte o pasar a
España »
Nador es el punto de partida para muchas pateras y para saltar la valla de Melilla,
por eso, en sus montañas, entre las que se encuentra la cima del Gurugú donde
hay un viejo fuerte español, se hacinan miles de subsaharianos que han salido
de sus pueblos a miles de kilómetros para alcanzar Europa. ¿Podemos imaginar
cómo ha sido ese viaje? Posiblemente por mucho que nos esforcemos será difícil
comprender la dureza de la ruta, ¿cuántos hombres y mujeres, la mayoría muy
jóvenes, han muerto en el camino? Y al llegar a Nador deben refugiarse en los
montes cercanos, cuya cima más alta es el Gurugú, desde donde en un día claro,
han podido ver Sierra Nevada, han podido ver el sueño que anhelan y en donde
carecen de lo más elemental.
Por su parte, la policía marroquí extrema la vigilancia, destruye los campamentos
y en muchos casos mete en autobuses a esos jóvenes inmigrantes y los llevan
a cientos de kilómetros, y tal vez ellos, los sin derechos ni patria, vuelven a
emprender camino hacia ese monte desde donde han visto España. Pero,
España y la UE pagan de una u otra forma al gobierno marroquí, y al turco y al
libanés, …, para que los retenga: no queremos ver su miseria, no queremos ver
su sufrimiento, no queremos ayudarles, bastante tenemos con nuestras crisis.
El 24 de junio, el día en que celebramos el amor infinito del corazón de Jesús,
dos mil de esos inmigrantes asaltaron la valla, posiblemente con una cierta
violencia, anhelaban pasar la frontera, y fueron repelidos con una violencia aún
mayor que ocasionó muertos, heridos, encarcelados, deportados, …
Seguramente, ellos sabían que la mayoría no lograrían alcanzar España,
posiblemente sabían que algunos podían morir, y a pesar de todo lo intentaron,
¿qué otra opción les quedaba?
Lo sucedido en las vallas, esas vallas con concertinas (en la frontera marroquí
no en la española, hasta ahí llega nuestra hipocresía) es el efecto de lo que
sucede en el monte Gurugú, desde donde se ve España, desde donde se ve
Europa. Las personas que allí malviven vienen de países a miles de kilómetros
al sur, donde se carece de casi todo, donde, probablemente, son perseguidos
por las causas más diversas, por eso se sueña con llegar a Europa, y porque
hay injusticia habrá asaltos a las vallas que los privilegiados ponemos para
“salvaguardar nuestros derechos”, porque como dice Santiago Agrelo, arzobispo
emérito de Tánger, la culpa es de los muertos:
La culpa es de los muertos. Los violentos son los muertos. Los esponsables son los muertos. Las autoridades de los pueblos solo pueden felicitarse de haber conseguido que los violentos estén muertos, que los sin derechos estén muertos, que los sin pan estén muertos.
El día 24 de junio, en la valla de Melilla, el corazón de Jesús volvió a sangrar.
Justicia y Paz Madrid 28/06/2022
(1) Desde le día 24 de junio desde el Vaticano a Amnistía Internacional, pasando por CONFER, SERCADE, CEE, Jesuitas social, etc., multitud de medios se han hecho eco de lo sucedido.
(2) https://www.diocesismalaga.es/pagina-de-inicio/2014056262/la-delegacion-de-migracionesexpresa-su-consternacion-por-los-sucesos-de-melilla/
(3) Nota de la Subcomisión para las Migraciones y la Movilidad Humana de la CEE.
https://www.conferenciaepiscopal.es/no-mas-muertes-en-las-fronteras/
(4) https://www.juspax-es.org/l/valla-de-melilla/
(5) https://www.europapress.es/internacional/noticia-bruselas-lamenta-muertes-frontera-melilladenuncia-asalto-violento-valla-20220626202558.html.
(6) Noticias de Álava. 30 de noviembre del 2015
(7) María Traspaderne, Agencia EFE, 25/6/22. https://www.publico.es/sociedad/restos-tragedianador-salto-valla-melilla-habia-visto-muerte.html
