NADIE ESTÁ REALMENTE A SALVO CUANDO LA CASA COMÚN SE DESTRUY
El tercer día de nuestro encuentro, después de profundizar sobre la ecología
integral desde dos perspectivas diferentes, nos lleva, tras el método
juzgar/iluminar a un nuevo abordaje y compromiso y es el de los efectos del
cambio climático en la movilidad humana.
El hermano Jundelle Jalique, AA dio la apertura orante del día. Seguidamente,
el Padre Baudouin Ngoa Ya Tshihemba, superior general de los AA, con sus
palabras nos hizo el llamado a pensar nuestra responsabilidad y compromiso
con las afectaciones a la Casa Común. Sus efectos en la vida de las personas
son reales. Por tanto, el Padre nos interpela como familia asuncionista y nos
llama a un compromiso concreto con las personas migrantes.
La laica escalabriniana Gaia Mormina, nos propuso una ruta de reflexión sobre
las personas en condición de migración que incluyó aspectos de clarificación
conceptual, teológica, así como un testimonio que resultó bastante inspirador
para el tejido de nuestra red de sensibilización y resiliencia
La migración es un hecho estructural que afecta personas concretas por lo
tanto comenzar por reconocer el rostro humano, la historia individual y
colectiva que lo atraviesa y lo que significa moverse de su lugar habitual de
residencia con la intención de establecerse, iniciar una nueva vida en otro lugar.
A partir de este concepto básico identifica la ponente algunas categorías de
migrantes, cada una con reconocimiento diferentes en términos del derecho
internacional humanitario: 1) migrante internacional 2) desplazado interno 3)
La persona refugiada 4) la solicitante de asilo 5) migrante climático 6) Apátrida
7) persona con necesidad de protección internacional.
Para ilustrar mejor los retos y también las grandes ideas e iniciativas de las
personas migrantes, comparte con nosotros y nosotras la experiencia de vida
de la señora Farida Acevedo desde ciudad de México, migrante venezolana
que, desde su fundación Humano y Libre, junto a otras personas migrantes y
empresarias se han dado a la tarea de atender a las personas en condición de
calle, a las personas que no tienen rutas de atención seguras, no solo porque
no las conocen sino porque en algunos casos son inexistentes.
Un pequeño trabajo en grupos nos llevó a profundizar sobre el significado de
la vida en el contexto de crisis climática o movilidad humana, los desafíos éticos
y sociales de dicha realidad y cómo podemos construir desde ejemplos
concretos comunidades inclusivas y solidarias con las personas migrantes.
Cerramos la jornada con la oración del Ave María, haciendo una analogía con
la migración de la joven María para visitar a su prima Isabel.




