Ucrania

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la pazLucas 1, 78-79

     Si, es solo por la misericordia entrañable de nuestro Dios que sigue confiando en nosotros, que El nos visita con su presencia en este mundo roto y herido que continúa desangrándose por las guerras, por la  violencia inhumana que ciega tantas vidas inocentes y sigue produciendo ríos de refugiados y migrantes, por la ambición desmedida que sigue destruyendo el planeta  etc.  Muchos pueblos y familias continúan sumidos en  tinieblas y sombras de muerte: los conflictos en la zona del Sahel y Etiopia, Afganistán, la invasión y la guerra en Ucrania, países bajo el poder del crimen organizado y el narcotráfico…frente estas situaciones a veces nos volvemos sordos o estamos saturados de informaciones  que  nos pueden embotar o, peor aún dejar en una ciega indiferencia que nos hace acostumbrarnos a estas situaciones, o peor aún a normalizar esta realidad.

¡Dios es Luz, es  un Dios de vida que guía nuestros pasos por los caminos de la paz! La Paz es posible, la paz es un deber, la paz es la principal responsabilidad de todos nos repite el Papa Francisco que  nos invita a ser artesanos de la paz:” Todos pueden  colaborar en la construcción de un mundo más pacífico: partiendo del propio corazón y de las relaciones en la familia, en la sociedad y con el medioambiente, hasta las relaciones entre los pueblos y entre los Estados.”[1] Hoy también hay mucha gente creyente o no, que en tantas situaciones de muerte, no hace ruido ni es noticia, pero que está aportando para hacer posible esta cultura de paz.

No continuemos siendo espectadores, pongamos nuestro grano de arena, nuestra gota de esfuerzo para que la Paz sea posible en nuestras familias y comunidades. Que en esta Navidad 2022 que vamos a celebrar, sepamos acoger y hacer vida con gestos concretos el don de la Paz que nos trae el Emmanuel, el Dios con nosotros.

Sandra Durán ra


[1] P. Francisco LV JMP 2022

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