La Conferencia sobre el Cambio Climático se celebra en estos días (6 al 16 de junio) Sin mucho eco mediático. Prepara la COP 27 (¿otra más?) que tendrá lugar en Sharm el-Sheikh (Egipto) el próximo mes de noviembre. Desde el relativo optimismo que siguió a la firma del Acuerdo de Paris (2015) pocos pasos se han dado en la buena dirección.
Hace décadas comenzamos a hablar del cambio climático como de una tendencia a la que podíamos – y debíamos- poner freno. Hoy hablamos de adaptación: aprender a vivir con el presente del cambio climático y hacer lo posible para que no empeore. Hemos repetido durante tanto tiempo la necesidad de actuar antes de que sea demasiado tarde, que hemos hecho que para ciertos ecosistemas sea ya demasiado tarde.
Hablamos también, pero quizá menos, de compensar pérdidas y daños. Los que produce este cambio climático en las poblaciones más vulnerables. Las islas del Pacífico y las costas son dos buenos ejemplos. Pero por todo el planeta encontramos esos daños: cosechas que disminuyen, semillas incapaces de germinar en las nuevas condiciones, sequías que provocan hambrunas, niveles de contaminación que dificultan la vida en ciertas zonas urbanas.
Escribo en medio de una ola de calor en España que nos ha traído los peores días de julio a mediados de junio. En este contexto, no es difícil pensar en el cambio climático y sus consecuencias. Seguro que desde cualquier lugar del mundo desde el que leáis estas líneas, tenéis numerosos ejemplos que ilustren esta realidad.
Hacer de la Acción Climática Justicia Climática. Esa debería ser la guía de un plan que no acaba de ponerse en marcha, si bien hay que reconocer una toma de conciencia general y determinadas acciones – opciones personales y políticas- comprometidas en esta vía.
Empezábamos esta editorial dudando de la eficacia de la COP que tendrá lugar el próximo noviembre y, sin embargo, es siempre una buena noticia que el cambio climático ocupe el centro de la información por unos días. Lo es más aún que existan lugares de palabra en los que se intente avanzar desde el consenso y con vistas al bien común.
Pilar Trillo ha