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Círculos del Silencio

He salido de la gran ciudad en la que vengo viviendo los últimos años y en mi paso por Cartagena (España) he tenido la oportunidad de participar de nuevo en ese tiempo de sensibilización y denuncia que son los Círculos del Silencio. Al igual que en Paris, donde vivo, un puñado de personas, un día al mes, en una plaza o en una calle céntrica, se forma un circulo, unas pancartas anuncian a los viandantes el motivo de nuestra presencia.

Para los que no conocen todavía hay que decir que es una acción no violenta en solidaridad con las personas migrantes y refugiadas. Surgieron como un movimiento ciudadano en Toulouse, Francia en 2007, y se han ido extendiendo en distintos países y ciudades para:

  • Denunciar las políticas migratorias y la vulneración de los derechos de las personas que migran buscando un futuro de vida mejor.
  • Tomar conciencia de la realidad de sufrimiento e injusticia que viven estas personas.
  • Promover una cultura de solidaridad y acogida con las personas migrantes y refugiadas.
  • Movilizar a la ciudadanía para que se busque una respuesta de justicia y dignidad para todas ellas.

Nos convocamos para pedir políticas justas que:

  1. Hagan de nuestros pueblos y ciudades, tierra de acogida, donde se garantice la atención a las necesidades básicas -alimentación, vivienda, salud, trabajo, redes…- de las personas migrantes.
  2. Asignen las partidas necesarias para una adecuada política migratoria en los presupuestos del estado, comunidades autónomas, ayuntamientos….
  3. Afronten las causas de la migración involuntaria: conflictos armados, expolio de los recursos naturales, pobreza y desigualdad, cambio climático, corrupción… y garanticen el desplazamiento seguro de las personas que deciden salir de sus países de origen, sin poner en riesgo su vida y su dignidad.
  4. Garanticen los derechos de las personas internas en los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros) y que se proceda a su cierre.
  5. Rechacen tratados ilegales, inmorales y deshumanizantes que tratan a las personas como si fuesen mercancía, como es el tratado UE –Turquía.

Estamos viviendo en estos momentos la llegada de miles de personas que provienen de Ukrania, la diferencia de trato de la Unión Europea para con todas estas personas y familias y las que durante tantos están tratando de llegar huyendo de las múltiples guerras que todavía atenazan a diferentes países de Africa, ha sido la evidencia de una injusticia más que hay que denunciar y subsanar.

Los círculos del Silencio son una pequeña realidad “somos una gota de agua en un océano, pero sin nuestra gota, el océano estaría incompleto”, me decía uno de los participantes.

Mientras veía a pasar a nuestro lado las múltiples personas que iban al encuentro de momentos de ocio en aquella noche de viernes, venían a mi mente las palabras de nuestro Papa Francisco “estamos llamados a una comunión más profunda, una participación más plena y una mayor apertura para cumplir nuestra misión en el mundo”. Ojalá así sea.

Carmen Chumillas ha

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