Ante todo, doy gracias a Dios Todopoderoso por el regalo de la creación de este mundo que nos recoge a todos los hombres en una sola familia. La inspiración que tuvieron tanto San Francisco de Asís como el Papa Francisco es el resultado del culto de la criatura a su Creador. Celebrar la encíclica dedicada al cuidado de la casa común significa inmortalizar esta obra bella, magnífica y grandiosa difundida en toda la Iglesia como Buena Noticia que recoge nuestro agradecimiento.
Con la publicación de la encíclica Laudato Sí, el día 24 de mayo de 2015, el Papa Francisco despertó a toda la humanidad en el tema de la ecología en su dimensión fundamental e integral. El Dicasterio encargado de la promoción y desarrollo humano tomó la iniciativa de celebrar el quinto aniversario de esta obra pontifical en una serie de actos que se iniciaron el día 24 de mayo de 2020 y se terminarán el día 24 de mayo de 2021. Sin duda, a lo largo del año entero, la pandemia del covid19 habrá dejado una mancha negra y oportuna que enseña a todos los convivientes de la casa el deber irrenunciable de cuidarse mutuamente.
En esta celebración de un año espacial, el Dicasterio para la promoción del desarrollo humano hace suya aquella problemática que motivó la encíclica y en la que el Papa Francisco denuncia el uso irresponsable y el abuso de los bienes que Dios puso en el mundo. De este modo nos llama a orientar nuestra mirada hacia el futuro, el presente y el pasado con el objetivo de retomar nuestra responsabilidad tal y como Dios la dejó en nuestras manos. Así descubriremos que el daño que el hombre causa continuamente a la creación debería despertar en él una serie de preguntas: ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? (LS, 160); ¿Qué justificación hay de las comunidades más pobres y primeras víctimas de la actual degradación ecológica? ¿Qué responsabilidad podemos tomar ante el “clamor de nuestra tierra muy herida y el clamor de los pobres desesperados” y que suenan constantemente en nuestros oídos (LS, 49)?
El quinto aniversario empezó con la denominada celebración de una semana de Laudato sí de los días 16 a 24 de mayo de 2020. A lo largo del año se han organizado distintas acciones que permitirán a los cristianos y hombres de buena voluntad mantener viva una conversión ecológica que a su vez responderá a los objetivos de Laudato sí. Sobre la espiritualidad de la encíclica se destacan cinco objetivos: 1º Ante el clamor de la tierra se necesita una utilización mayor de la energía, limpia y renovable, que reduzca la producción de combustibles; 2º ante el clamor de los pobres se necesita defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte con especial atención a los grupos vulnerables; 3º ante el abuso de la economía se necesita una economía ecológica con un consumo ético e inversiones éticas; 4º ante el abuso de los bienes de la tierra se necesita un estilo de vida sencilla ante los recursos y la energía, evitando plásticos desechables, adoptar dietas vegetarianas y reduciendo el consumo de carne, utilizando más el transporte público y evitando los transportes contaminantes; 5º de cara a las generaciones futuras se necesita una educación ecológica con replanteo y reformulación de los programas educacionales en fin de crear conciencia e impulsar acciones.
La Srª Inmaculada Martín, catequista de esta parroquia de Nuestra Señora Reina del Cielo y miembro de la delegación diocesana de ecología integral nos comenta las acciones ecológicas programadas para llevar a cabo una conversión ecológica activa en toda la diócesis de Madrid: “La Comisión Diocesana de Ecología Integral, ha ido buscando las maneras de hacer llegar a las parroquias de la diócesis un mensaje ecológico real mediante distintas iniciativas: formación a los párrocos, formación en algunas parroquias, acciones de sensibilización en colegios, propuestas para una conversión ecológica en las parroquias, celebración del Tiempo de la Creación… un espacio rico en inquietudes y deseos de aportar a la Diócesis de Madrid para que todos los que la formamos nos comprometamos a tornar el rumbo que el mundo está llevando para hacerlo más fraterno, justo y bello como Dios quiso. … Desde aquí quiero animar a todos a meternos en el corazón esta necesidad de Cuidar la Creación”.
Termino con mi deseo de ver acogida en toda la familia de la Asunción esta buena noticia de alabanza y respeto a la creación, especialmente a través de la atención a nuestros hermanos mayores y enfermos. Alabado sea Dios. Aleluya.
Philippe MUHINDO NDUNGO, a.a.
Foto de portada: Delegación Diocesana de Ecología Integral. Diócesis de Madrid. España. Inmaculada Martín, quinta desde la derecha.